Recuerdos de Rosa Bassons Sánchez (2016-2018)
- Al comenzar la Guerra Civil, el gobierno de la República ordenó la parada de la fábrica de calcetines. Aún así Sebastián ponía en marcha las máquinas cuando pensaba que el ruido no iba a ser detectado. Sin embargo una vecina, doña Luz, lo denunció y de madrugada (Sebastián estaba en pijama) vinieron los milicianos a inspeccionar la casa/fábrica, aunque no pudieron encontrar nada sospechoso. Durante los bombardeos de Madrid, en 1937-38, bajaban al sótano, que usaban de refugio. En un bombardeo cayó una bomba que causó bastantes destrozos en la Iglesia de San Sebastián (cerca de la calle Cañizares). Esto ocurrió la noche del 19 al 20/11/1936 (Saqueada durante los primeros días de la Guerra Civil, el templo fue totalmente destruido por una bomba lanzada desde un avión del ejército nacional en la noche del 19 al 20 de noviembre de 1936, siendo reconstruida entre 1943 y 1959 por el arquitecto Francisco Iñiguez Almech, quien cambió la orientación del edificio. Es así, que dos caras tiene la iglesia de San Sebastián, una que mira a los barrios bajos enfilándolos por la calle de Cañizares y otra al señorío de la plaza del Ángel). También una bomba atravesó de lado a lado la casa de unos vecinos, que eran al parecer marqueses. Rosa se acuerda de su madre Encarna recogiendo los vidrios rotos tras los bombardeos y el estrépito al verterlos en los cubos de zinc.
- Ramón y Rosa Bassons Sánchez hicieron la primera comunión juntos en la Iglesia de la Paloma, entrando por la calle Toledo. Rosa tuvo que esperar un par de años para hacerla junto a su hermano Ramón y destacaba (hay una foto) por ser mucho más alta que él entonces.
- Tras la muerte de Mercedes Sánchez Barba, su hija Pepita (Pepita Fernández Sánchez, prima de Mercedes, Rosa y Ramón) fue a vivir con ellos a Madrid, desde Vilassar, pues Pepita no tenía más familia. Sólo volvió a Cataluña al casarse. Seguramente aparece en fotos con la familia en Madrid, pues compartían todo. Parece que aún vivía en una residencia la primavera de 2016, entonces con unos 90 años.
- A su padre Sebastián Bassons, le gustaba la zarzuela. Rosa recuerda que una de las que le gustaban era "La viejecita" de Fernández Caballero.
- Villa-Rosa, casa de Cercedilla que compraron (no era alquilada) tras la Guerra Civil, pues decían que hacía falta para los niños el aire puro de la sierra. La vendieron por 300000 pesetas (?)
- Facundo Urgell, socio de Sebastián, también tenía chalet en Cercedilla, en la urbanización Linar Grande, como su casa, Villa Rosa. En Villa Rosa tenían ciruelas, perales, y cerezos, avellanos y un guindo, y tenían gallinero, con pollos tomateros. Plantaban también judías verdes.
- En el año 1960-61 se quería operar Rosa del oído con el Dr. Rosen, alemán, pero lo hizo el Dr. Vasallo, en el barrio de Salamanca, cerca de la embajada americana. Durante 8 días estuvo oyendo. Cobraban 25000 ptas por oído. Se operó del oído derecho y luego en ese oído no oía nada, la cicatriz impedía cualquier movimiento del tímpano, y se puso el aparato en el izquierdo, donde conservaba algo.
- En los años 50, a mediados Sebastián Bassons actuó como socio inversor para ayudar a empresario más joven, Echevarría, a montar tienda en la calle Toledo nº 99, cerca de "la Fuentecilla". El negocio se llamaba COSIGSA (Confecciones Signo SA) y vendían chaquetones de felpa con un escudo en la pechera, entre otras manufacturas. En esa época también comenzaron a distribuir y vender saltos de cama, toallas, colchas, etc
- En la 2ª planta de la casa de Cañizares realquilaron a dueño de Confecciones Morais, que hacían juegos de cama, llegaron sobre 1962. Luego sobre ese año comenzaron a hacer juegos de cama, camisones para vender a través de Confecciones Signo SA COSIGSA.
- Rosa y Sebastián estuvieron 14 años de novios y al poco de conocerse Sebastián aprobó el "examen de estado" que permitía el acceso a la universidad y comenzó la carrera de medicina. Se conocieron en la salida de metro de la calle Genova (Colón), donde habían quedado Rosa y unas amigas con un grupo de chicos, uno de cuyos amigos era Sebastián. Ese día iban a Chamartín, donde los chavales iban a tomar una jarra de sangría que pagaban entre todos y bailaban, etc. A los tres meses de conocerse Rosa ya le confirmó a Sebastián que serían novios (un 8 de noviembre). A partir de entonces compaginaban los estudios de medicina de Sebastián y salían un par de veces a la semana, por los soportales de la Plaza Mayor, donde paseaban comiendo pipas o en el Puente de los Franceses, donde se llevaban comida y pedían bebida. Se casaron por poderes, estando Sebastián en Guinea. El que firmó y acompañó a Rosa en la ceremonia fue (Rafael o Ricardo Peláez), pues Luis Peláez, que era torero y tenía mucho éxito con las mujeres, no quería que las chicas pensaran que se había casado si le veían acompañado de Rosa en su "boda"
- Vida en Guinea Ecuatorial: Rosa tiene muchas fotos con los vecinos de la "colonia blanca" y los guineanos que trabajan con o para ellos. Las explotaciones eran de madera, para hacer traviesas de ferrocarril para Renfe, que se enviaban a España a través del puerto de Tarragona, de café o de aceite de palma o de coco. Rosa fue a Guinea, un miércoles después de casarse por poderes con Sebastián (Su hermano Luis, en representación?). Estuvieron en dos lugares diferentes y el segundo tenía más comodidades que el primero (estaba más cerca de Camerún). Sebastián trabajaba con un grupo de enfermeros y enfermeras guineanos. El "boy" que les ayudaba en casa era Marcos y estuvo con ellos todo el tiempo. También hubo alguna chica ayudando. En particular hubo una que con 13 años dejo la casa porque el padre la ofreció a algún "blanco" a cambio de botellas de ginebra o whisky (ocurría a menudo que los padres ofrecían así a sus hijas a los blancos). Rosa decía que en esos casos a la chica la habían o se había "pringado". Marcos trataba de hurtar a veces refrescos (allí se gastaba la Mirinda) o se bebía el huevo batido y lo suplementaba con agua mientras cocinaba, y Rosa tenía que estar muy atenta. Normalmente por la noche se cortaba la luz, que provenía de generadores, y sólo cuando la explotación estaba en funcionamiento había luz. Rosa se acostumbró a trabajar con una linterna sujeta en la axila para tener las manos libres. Mientras estuvo allí Rosa tuvo infección por hongos en las uñas y Sebastián desarrollo una tuberculosis, por lo que volvieron a España con un estado de salud muy débil y se tuvieron que recuperar primero en Cercedilla y luego en la Fresneda (Parrillas).
https://lapesadilladegilgamesh.wordpress.com/2020/04/29/rosa/
- El viaje de vuelta de Guinea Ecuatorial con Sebastián, que duró alrededor de un mes con una parada de una semana en Santa Isabel (Fernando Poo). Llevaban el coche (Morris diésel verde con el techo blanco de Sebastián) en la cubierta del barco, al que se daba vaselina en los cromados/niquelados para que no se oxidaran, y viajaban a Cádiz. Sebastián tenía tuberculosis y Rosa elefantiasis. En el viaje aprendieron muchos términos "marineros", aprendían sobre el estado de la mar (que les informaban cada día).
- Sobre la relación de Sebatián y Rosa con los padres del primero, Sebastián (padre) tenía ferreterías y al jubilarse, fue haciendo lotes de material para venderlo a otras ferreterías en Talavera, Madrid y algunos pueblos de Toledo (Velada, Torrijos,...). Rosa estuvo ayudando a hacer inventario. Sin embargo el padre de Sebastián no solía tener detalles con Rosa y Sebastián. Así le hacía pagar a Rosa hasta por las asas de una bandeja en un cambio que le propuso Rosa o le puso sobreprecio a una esquinera que compró Rosa para la casa de la calle Infanta Mercedes (Madrid), donde ella cosía. Incluso una vez evito invitar a Rosa a un café aunque se lo pidió expresamente su mujer. Sebastián tuvo una disputa con su padre porque éste defendía que el coche que había comprado en Guinea (el Morris verde) era suyo y no del hijo, porque él le había pagado los estudios y los libros, a lo que Sebastián hijo le respondió en una carta bastante dura. Por otro lado a Rosa la "usaban" los padres de Sebastián en todas las labores de limpieza y cocina de su casa, que estaba en la calle Libertad e incluso llegaron a decir que no cogían a una chica para limpiar porque Rosa lo haría mejor. Rosa sufrió una etapa de crisis nerviosa cuando murió su suegra, pues tuvo que preparar comida para unas 50 personas en el velatorio en Madrid y luego trasladaron el cadáver a la Fresneda, donde Sebastián le pidió de nuevo que preparara algo para todos los que habían llegado de Parrillas para visitar a la difunta. Sebastián pidió que trajeran Valium y se lo administraron a Rosa. Rosa estaba tan saturada de trabajo que no pudo orinar en Madrid ni al llegar a Parrillas. Ella dice que estuvo un día y medio sin orinar, y piensa que en ese momento se le comenzaría a dañar un riñón.
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