Resumen de permanente actualidad basado en "La rebelión de las masas" y "España invertebrada" de José Ortega y Gasset
Una España vertebrada sería aquella que renuncia en cada uno de sus cuerpos al particularismo, principalmente el social, pero también al territorial. Ahora bien este particularismo sólo puede ser superado mediante una renovación de la ética y cultura ciudadanas en base al planteamiento y desarrollo de un deseo común, ambición compartida de cara a un futuro que
desborde el ámbito actual de convivencia, para una incorporación dinámica de
cada parte al proyecto común.
Aspectos claves:
• Nacionalismo como vuelta al pasado, salvo en
la potenciación cultural y social cuando no es excluyente. Una cultura fuerte en cada uno de los cuerpos de una unidad estatal-nacional da fortaleza a
las comunes con las que comparte ideales de convivencia, en un ámbito de soberanía
superior, un proyecto que los trasciende.
• La unidad estatal-nacional no es precedida nunca por la identidad
lingüística, de raza o etnia, o de tradiciones, sino que dichos factores, dicha
variedad, la enriquecen y pueden facilitar la integración. La unidad nacional es más fuerte cuando los distintos cuerpos que pasan a integrarla han mostrado una mayor vitalidad cultural y social y han podido florecer por sí mismos. Los particularismos territoriales o voluntad de disgregación de algún cuerpo del estado-nación tendrían su origen tal como se plantean en su propia debilidad que se manifestaría en su falta de proyección vital al conjunto del estado-nación y otros estados-nación del entorno. Esta debilidad vital de los cuerpos que forman el estado-nación de España podría tener su origen en la débil implantación del feudalismo en ella durante la alta Edad Media y su causa a su vez en la debilidad o vitalidad reducida de la consolidación visigoda de la España tardorromana. La unidad estatal-nacional de España impulsada por los Reyes Católicos estaba lastrada por dicha inmadurez, a pesar de poder proyectarse con éxito en base a sus deseos y proyectos comunes que la trascendían en la misma Península Ibérica, el resto de Europa, América, Asia y Oceanía, en bastantes ocasiones junto a Portugal y partes de la actual Italia.
• El
particularismo, tanto en el ámbito social como en el territorial, parte de la ilusión de considerar que sólo sus defensores representan a la
totalidad, o el resto de la misma les parece despreciable, y pueden por tanto
tomar decisiones en su nombre, se arrogan ese derecho.
• Todo particularismo
conduce a la acción directa. Esto implica que una parte de la sociedad intenta
imponer su voluntad al resto por falta de interés en conocer al resto de la que
forma parte. Esa parte de la sociedad se encuentra encapsulada en relación al
resto y asumen que ellos encarnan los designios del todo, siendo sólo una
parte.
• La acción directa es usada por los que debido a su voluntario
aislamiento ya se creen ilusamente victoriosos y evitan la posibilidad de
convencer a nadie, y no la usan los que piensan que deben luchar, pues no han
ignorado al oponente y sus capacidades.
• Invertebración de España más debida
a la "rebelión de las masas" como un caso de particularismo social, dónde estas
masas, entendidas como las clases medias mayoritarias, no admiten instancias
superiores y pretenden imponer sus criterios al resto de componentes de la
sociedad por medio principalmente de la acción directa sobre grupos de
referencia como políticos. Parece que la invertebración social podría estar
detrás de la invertebración geográfica o nacional, pues las masas no
proporcionan alicientes o incentivos para una construcción más elevada del
estado nacional. En este sentido "las masas" se refieren principalmente a las clases burguesas que sin una suficiente preparación académica pretenden imponerse como clases dirigentes y gestoras de la sociedad. La invertebración histórica y política como resultado de la
social y ésta siendo común a todo el occidente europeo.
• Esta
invertebracion social proviene entonces de la incapacidad de las masas para
seguir una vida ejemplar. Su "indocilidad" puede arrancar entonces de la falta
de un ejemplo a seguir, falta de ejemplaridad en las clases dirigentes, unos
gestores del proyecto común que sirvan de modelo y estructuren el proyecto de
sociedad. Ese proyecto de sociedad plantearía objetivos en base a un equilibrio
entre deberes y derechos. La "indocilidad" de las masas se basa en suponer un
espectro de derechos y la subestimación de los deberes que van parejos. Así la
sociedad actúa de forma inmadura, como un niño mimado, con pretensiones por
encima de lo objetivamente alcanzable en base a lo aportado a dicha
sociedad.
• La única solución para corregir ese particularismo social
impuesto por las masas es que esas mismas masas descubran por sí mismas las
consecuencias desastrosas a que lleva su particularismo social y rehacer los vínculos
sociales con otros estratos de la sociedad, en particular aquellos denominados
esquemáticamente "aristocráticos", que deben entenderse como "gestores" con la
necesaria formación académica adecuada a la responsabilidad gestionada.
http://som-qui-som.blogspot.com.es/2017/09/ortega-y-gasset-y-el-nacionalismo.html
https://otro-inventario.blogspot.com.es/2017/08/jose-ortega-y-gasset.html
Como es evidente en su lectura, mostraba Ortega planteamientos de manera algo radical para que fuera más evidente en un primer análisis la naturaleza del concepto debatido y fortalecer los contrastes.
También es evidente la vigencia de muchos planteamientos recogidos en aquellas dos obras en relación al particularismo territorial en Cataluña, tal como lo fue su apuesta por una unión de los países europeos por encima de sus diferencias y potenciando los valores comunes en el continente.
Con respecto a las secuelas del particularismo excluyente, por mucho que se repita una falsedad no va a ser verdadera, por mucho que se haya manipulado la verdad histórica a través de la educación, no se va a alterar ésta. Por mucho que se ignoren a las personalidades catalanas no adscritas a la ideología impuesta por la Generalitat, éstas seguirán ahí, por mucho que se desvirtúe el mensaje de otros, el tiempo se llevará por delante todas las manipulaciones. Como dijo Ortega en su conferencia del 6 de Diciembre de 1931, pidiendo a los republicanos que no falsificaran la República: “¡No es esto, no es esto! La República es una cosa. El radicalismo es otra. Si no, al tiempo." NO ES AIXO